En el entorno policial moderno, las nuevas tecnologías presentan tanto retos como oportunidades para las fuerzas del orden. Ofrecen oportunidades de liderazgo estratégico para garantizar un mayor nivel de seguridad de los agentes y proporcionan la agilidad necesaria para la ejecución eficaz de las tareas diarias. Así pues, es responsabilidad de los equipos estratégicos crear un espacio de trabajo fluido que aproveche las innovaciones modernas en beneficio de los agentes y mejore la eficacia policial en la prevención e investigación de delitos.
Beneficios
Es difícil pasar por alto las ventajas evidentes que se derivan del uso de las nuevas tecnologías hoy en día. Estas innovaciones están transformando casi todos los aspectos de nuestras vidas, incluida nuestra forma de trabajar. Aunque los cuerpos de seguridad se han mostrado tradicionalmente cautelosos a la hora de adoptar nuevas soluciones, ya hemos experimentado numerosas ventajas. He aquí algunas de ellas:
1. Información | Las nuevas tecnologías permiten acceder a la información y actualizarla desde prácticamente cualquier lugar y en cualquier momento. La disponibilidad y fiabilidad de la información en tiempo real es esencial para la seguridad pública y fundamental para la supervivencia de los agentes. |
2. Apoya | Gracias a avances como el 5G, la inteligencia artificial (IA), la realidad aumentada (RA) y la detección avanzada a gran escala, se están produciendo cambios sísmicos en todos los sectores. Los dispositivos han evolucionado para predecir, asistir y ayudar a los usuarios basándose en una «comprensión mecánica» de su comportamiento. |
3. Capacidades | Las soluciones modernas facilitan las conexiones sin fisuras entre dispositivos. Las capacidades de los dispositivos son cada vez mayores: un smartphone moderno tiene una capacidad de almacenamiento y una potencia de cálculo sin precedentes, lo que hace que las arquitecturas basadas en la computación de borde sean una opción real. |
4. Concienciación | Los drones desempeñan un papel crucial en las operaciones de vigilancia y búsqueda. La realidad aumentada está transformando el conocimiento de la situación, superponiendo información crítica en tiempo real durante las patrullas o las emergencias, proporcionando a los agentes información que de otro modo no tendrían. Las cámaras corporales pueden servir como dispositivos de recopilación de datos en tiempo real, capturando inteligencia procesable durante cada interacción. Cuando se tratan como un ecosistema digital integrado, estas soluciones pueden apoyar de forma holística las operaciones policiales. |
5. Unificación | Es técnicamente posible crear una arquitectura de datos unificada y bien gestionada, en la que la información fluya a la perfección entre sistemas y tareas. En la actualidad, la información fragmentada debilita considerablemente la eficacia operativa, pero si se unifican y son accesibles en tiempo real, los datos pueden mejorar la integridad y la calidad de la toma de decisiones. |
Desafíos
El futuro de la aplicación de la ley es innegablemente digital, y lo que está en juego -tanto las oportunidades como las amenazas- es inmenso. Representa la transformación más importante a la que se han enfrentado nunca los cuerpos de seguridad. Por lo tanto, los retos que se avecinan no son meros obstáculos menores, sino cuestiones que no pueden subestimarse. He aquí algunos de los más críticos.
1. Aplicación | Gestionar la implantación de un sistema coherente de nuevas tecnologías en el espacio de trabajo de la LEA supone un reto estratégico que requiere un conocimiento exhaustivo de estas soluciones. Sólo mediante este enfoque se pueden mitigar las amenazas potenciales y maximizar las oportunidades. |
2. Unificando | Para aprovechar eficazmente el potencial de las tecnologías, es esencial un panorama de datos unificado. Los sistemas fragmentados y los silos actuales dificultan la eficacia y la eficiencia, por lo que los datos deben compartirse en lugar de acapararse. Se trata de un esfuerzo que requiere la máxima prioridad. |
3. Arquitectura | Es esencial una arquitectura coherente a nivel de empresa. Para facilitar la conectividad a escala nacional Y transfronteriza, tanto funcional como a nivel de datos, un marco arquitectónico que conecte ambas es un requisito previo. |
4. Funcionalidad | El uso de soluciones novedosas debe resultar natural e intuitivo para los agentes, reflejando las necesidades del mundo real de los profesionales policiales más que la lógica abstracta de los arquitectos informáticos. El reto consiste en integrar a la perfección las nuevas herramientas, ofreciendo coherencia operativa e interoperabilidad. |
5. Legislación | Integrar datos de diversas fuentes y hacerlos fácilmente accesibles a los agentes con los permisos adecuados es algo más que una decisión estratégica. Para lograrlo, debemos replantearnos nuestra forma de entender la propiedad de los datos y superar los obstáculos legales que impiden compartir información tanto dentro de los distintos organismos encargados de hacer cumplir la ley como entre ellos. |
6. Privacidad | Las nuevas soluciones son muy atractivas como potenciales cambios de juego para las LEA, pero también introducen múltiples preocupaciones y retos. En primer lugar, debemos abordar las cuestiones de privacidad que rodean a los datos recogidos, lo que plantea cuestiones nuevas y fundamentales sobre el control, el uso y la conservación de los datos. La gobernanza tradicional mediante normas estáticas y políticas rígidas no puede seguir el ritmo del rápido avance de la tecnología. Los retos éticos que rodean a las nuevas tecnologías sólo pueden abordarse mediante marcos ágiles, basados en principios, que den prioridad a la transparencia y la equidad. |
7. Ética | El desarrollo del espacio de trabajo digital implicará probablemente nuevas técnicas de control del comportamiento digital de los funcionarios, que pueden extenderse al control de sus acciones físicas. Esto creará un delicado equilibrio entre responsabilidad y vigilancia, que será difícil de gestionar. Habrá que tener muy en cuenta la protección de los derechos de los funcionarios, al tiempo que se garantiza la rendición de cuentas y se mantienen unas normas éticas elevadas. |
Recomendaciones
Aunque los retos que tenemos por delante son importantes, existen vías para el éxito. En LEO247 creemos que el elemento clave de esta transformación no es la tecnología en sí, sino las personas que la diseñan, implementan y utilizan. Por este motivo, la mayoría de las recomendaciones que figuran a continuación se centran en el aspecto humano de la construcción del espacio de trabajo moderno:
1. Espacio de trabajo | Debemos dejar de pensar en el lugar de trabajo como una ubicación geográfica fija. En su lugar, debemos desarrollar un espacio de trabajo que sea una combinación fluida de entornos físicos y digitales, continuamente moldeados por las necesidades del usuario y las exigencias del trabajo. |
2. Líderes | Los oficiales superiores de nivel Oro deben estar formados en el pensamiento estratégico y el comportamiento diario necesarios para integrar las nuevas tecnologías con seguridad. Dirigirán y liderarán la transformación. |
3. Dispositivos | Los smartphones son dispositivos muy útiles que los agentes llevan consigo en todo momento. Actualmente son la herramienta de primera línea preferida. Su uso debe desarrollarse más para ampliar la gama de tareas que pueden realizarse con ellos, reduciendo la necesidad de otros dispositivos menos cómodos de llevar siempre y a todas partes. Para ello será necesario rediseñar los procesos, cambiar la legislación y los protocolos y adoptar una mentalidad innovadora, pero los ejemplos del mundo real demuestran que es posible. |
4. Propiedad | El diseño de un espacio de trabajo en constante innovación que integre herramientas novedosas debe calar entre los funcionarios que tienen décadas de experiencia en este campo. Por tanto, los profesionales deben participar en la creación de este espacio de trabajo desde el principio, para ofrecer soluciones que sean sencillas y claras para el usuario. Debe reconocerse su propiedad. |
5. Agilidad | Para aplicar soluciones innovadoras con seguridad y eficacia, las fuerzas de seguridad deben pasar de una gobernanza basada en normas a marcos ágiles y basados en principios que evolucionen con la tecnología y construyan sistemas autocorrectivos regidos por valores duraderos y procesos éticos. Esto garantiza la alineación con las normas legales y las expectativas de la sociedad. Es esencial la colaboración continua con tecnólogos, especialistas en ética y juristas, respaldada por una auditoría ágil y una supervisión ética. |
6. Claridad |
Al introducir nuevas herramientas en el espacio de trabajo de los agentes, es crucial garantizar una claridad absoluta respecto a la gestión de los datos: quiénpuede acceder a ellos, cómo se utilizan y en qué circunstancias pueden conservarse o compartirse. Los organismos encargados de hacer cumplir la ley deben poner en marcha programas integrales de selección, educación y formación para dotar a los agentes de los conocimientos y habilidades necesarios para manejar estas nuevas herramientas de forma responsable.
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Tradicionalmente, la Policía es maestra en la construcción de roles, responsabilidades, jerarquías y protocolos. Pregúntanos cómo lo sabemos. Valoramos la continuidad y la protegemos como si nuestras vidas profesionales dependieran de ella, porque a menudo es así. La asunción de riesgos, el espíritu emprendedor y el incumplimiento de las normas no se celebran, sino que se desalientan.
Sin embargo, los retos que describimos aquí exigen un nuevo enfoque. Debemos desarrollar una visión clara y un marco estratégico -unreto en sí mismo-, al tiempo quemantenemos la coherencia organizativa y reforzamos nuestras interdependencias mutuas. Debemos construir una cultura que valore la flexibilidad y la mentalidad de «sí se puede» y recompense el esfuerzo de colaboración por encima de los logros individuales. Tenemos que empezar a entregar medallas a las personas que ayudan a los demás y comparten. Un enfoque de «hacer una vez, utilizar a menudo» es fundamental para compartir, garantizando que nuestras soluciones sean reutilizables, escalables, adaptables y asequibles. En lugar de fabricar soluciones fragmentarias para problemas aislados, debemos desarrollar sistemas que trasciendan las carteras individuales y puedan utilizarse en diversas funciones.
La transformación fundamental a la que nos enfrentamos no es sólo tecnológica: es humana. Necesitamos personas a las que no haya que enseñar a ser ágiles o dispuestas a compartir; necesitamos individuos naturalmente adaptables que no tengan miedo a la incertidumbre. Del mismo modo, necesitamos líderes que mantengan la compostura cuando las cosas vayan mal y confíen en sus equipos para encontrar soluciones creativas. Y lo que es más importante, necesitamos directivos que comprendan que el éxito en esta nueva era proviene de las buenas personas y de la confianza, no de planes meticulosamente elaborados.
En última instancia, el futuro de la aplicación de la ley no consiste en planos perfectos ni en evitar errores, sino en construir organizaciones que prosperen gracias a la flexibilidad, valoren la colaboración y consideren el fracaso como parte del proceso de aprendizaje (garantizando, por supuesto, que nuestros errores más significativos se conviertan en valiosas lecciones y no en grietas cuidadosamente enlucidas en la pared).
El éxito no vendrá de la simple superposición de nuevas tecnologías sobre viejas prácticas. Requerirá la fusión de nuestros puntos fuertes históricos, basados en las personas, con competencias nuevas y emergentes. Para ello, nuestro camino debe basarse en la claridad ética, la valentía estratégica y un profundo conocimiento de las exigencias únicas de las fuerzas de seguridad.
Así es como abordaremos el futuro: no sólo con planes, sino con confianza, adaptabilidad y un sentido compartido del propósito. En LEO247 creemos firmemente que, en última instancia, el éxito de la aplicación de la ley en esta era digital depende de la aceptación, e incluso de la persecución, del cambio disruptivo, al tiempo que nos centramos en la flexibilidad, la colaboración y la claridad ética. El futuro lo forjarán quienes se adapten, innoven y dirijan con una visión clara,buscando activamente el conflicto como catalizador del crecimiento y la evolución, al tiempo que equilibran los elementos humanos y tecnológicos que definirán la próxima era de la labor policial.
En LEO247 estamos deseando ayudarte.